La industria de seguros no es ajena al cambio, pero pocos cambios han generado tanto debate como la reciente propuesta de detener la regulación estatal de la inteligencia artificial (IA) durante una década completa. Esta idea, incluida en el amplio "One Big Beautiful Bill", ha encendido las alarmas entre aseguradoras, reguladores y defensores del consumidor por igual.
En el centro de la controversia está una disposición que anularía las leyes estatales existentes y futuras que regulan la IA, congelando efectivamente la supervisión durante diez años. Para una industria que depende de la confianza, la transparencia y la adaptabilidad, esta perspectiva es profundamente inquietante.
¿Por qué la resistencia?
Los líderes del sector asegurador, incluida la Asociación Nacional de Agentes Profesionales de Seguros (PIA), han expresado una fuerte oposición. ¿Su principal preocupación? La regulación estatal ha demostrado ser efectiva para equilibrar la innovación con la protección del consumidor. La PIA, en una carta a la dirección del Senado, argumentó que el sector de seguros ya está sujeto a una supervisión estatal robusta, y que una moratoria general interrumpiría un sistema que está funcionando bien.
La Asociación Nacional de Comisionados de Seguros (NAIC) compartió estos sentimientos, destacando que casi 30 estados han adoptado su modelo para la gobernanza de la IA. Este modelo requiere que las aseguradoras implementen programas que aseguren que la IA se use de manera responsable y en cumplimiento con todas las leyes relevantes. Según la NAIC, este enfoque ha fomentado tanto la innovación como la flexibilidad, dos cualidades esenciales en el mercado que evoluciona rápidamente hoy en día.
¿Qué está en juego para los consumidores?
Para los asegurados, las apuestas son altas. La IA está transformando la forma en que se desarrollan, fijan precios y entregan los productos de seguros. Aunque esto trae oportunidades emocionantes, como una cobertura más personalizada y un procesamiento de reclamaciones más rápido, también introduce nuevos riesgos. Sin supervisión estatal, los consumidores podrían quedar sin protecciones adecuadas contra prácticas injustas o consecuencias no deseadas de decisiones impulsadas por IA.
Definiendo la IA: un punto de controversia
Otro punto conflictivo es la definición de IA en el proyecto de ley. Los reguladores temen que sea tan amplia que podría abarcar no solo sistemas avanzados de aprendizaje automático, sino también las herramientas analíticas cotidianas que las aseguradoras usan para establecer tarifas, suscribir pólizas y gestionar reclamaciones. Esta ambigüedad podría crear confusión y obstaculizar la capacidad de la industria para innovar de manera responsable.
Líderes de la industria y estatales alzan la voz
El Consejo Americano de InsurTech (AITC) y el Consejo Nacional de Legisladores de Seguros (NCOIL) se han unido al coro de oposición. Advierten que una congelación regulatoria crearía un peligroso vacío de supervisión en un momento en que la IA está remodelando rápidamente el panorama de los seguros. Los fiscales generales de 40 estados también han instado al Congreso a reconsiderar, enfatizando la necesidad de respuestas políticas oportunas y basadas en los estados para los riesgos emergentes.
Conclusiones prácticas
- Manténgase informado sobre cómo su proveedor de seguros utiliza la IA y qué protecciones están en vigor.
- Pregunte a su aseguradora sobre sus políticas de gobernanza de IA y cómo garantizan la equidad y la transparencia.
- Apoye los esfuerzos para mantener una supervisión fuerte y adaptable que siga el ritmo del cambio tecnológico.
Resumen de puntos clave
- La industria de seguros se opone a una moratoria de 10 años sobre la regulación estatal de la IA, citando la necesidad de supervisión continua.
- Los marcos a nivel estatal como el modelo NAIC han demostrado ser efectivos para equilibrar la innovación y la protección del consumidor.
- Una definición amplia de IA en el proyecto de ley propuesto podría crear confusión y sofocar la innovación responsable.
- Los defensores del consumidor advierten que una congelación regulatoria podría dejar a los asegurados vulnerables.
- El futuro de la moratoria dependerá de la defensa continua y las negociaciones legislativas.