En un movimiento que ha causado conmoción tanto en la industria tecnológica como en los gobiernos estatales, la Cámara de Representantes de EE. UU. ha incluido una disposición audaz en su último proyecto de ley presupuestario: una prohibición de 10 años para que los estados y localidades regulen la inteligencia artificial. Esta propuesta, de ser aprobada, remodelaría el panorama de la gobernanza de la IA en Estados Unidos durante la próxima década.
La historia detrás de la prohibición
Negociaciones nocturnas en el Comité de Energía y Comercio de la Cámara llevaron a la inclusión de esta disposición, que impediría que cualquier ley estatal o local regule modelos de IA, sistemas o herramientas de toma de decisiones automatizadas. La industria tecnológica, que desde hace tiempo ha abogado por un conjunto único y predecible de reglas, ve esto como una gran victoria. Para ellos, un mosaico de 50 leyes estatales diferentes podría sofocar la innovación y dificultar la competencia a nivel global.
Pero no todos están celebrando. Funcionarios estatales y muchos legisladores están dando la voz de alarma, argumentando que esta medida ataría las manos de los gobiernos locales justo cuando la influencia de la IA se expande rápidamente en todo, desde decisiones de contratación hasta la seguridad electoral.
¿Por qué un enfoque federal?
Los partidarios de la prohibición, incluidos varios senadores prominentes y líderes tecnológicos, sostienen que la IA no respeta las fronteras estatales. Creen que solo el gobierno federal puede proporcionar la consistencia necesaria para que las empresas prosperen y para que EE. UU. mantenga el ritmo con competidores internacionales. Sam Altman, CEO de OpenAI, declaró que un mosaico de regulaciones estatales sería "oneroso" y podría ralentizar el progreso.
Brad Smith, presidente de Microsoft, compartió este sentimiento, sugiriendo que un período de liderazgo federal podría ayudar a la industria a crecer, al igual que el comercio en internet en sus inicios se benefició de una regulación limitada.
Resistencia y preocupaciones estatales
Sin embargo, los líderes estatales ven las cosas de manera diferente. Muchos ya han aprobado leyes que abordan riesgos específicos de la IA, como los deepfakes en campañas políticas. Argumentan que los gobiernos locales suelen ser los primeros en responder a amenazas emergentes y que una prohibición federal les impediría proteger a sus ciudadanos.
El senador estatal de California, Scott Wiener, calificó la propuesta como "realmente repugnante", destacando la frustración entre quienes sienten que el Congreso ha fallado en actuar sobre una regulación significativa de la IA mientras bloquea a los estados de intervenir.
Un grupo bipartidista de fiscales generales estatales también ha expresado su oposición, advirtiendo que un enfoque único desde Washington podría dejar a los estados incapaces de abordar desafíos locales únicos.
¿Qué sucede ahora?
A pesar de sus dramáticas implicaciones, la prohibición de 10 años enfrenta un futuro incierto. Las reglas procesales del Senado, particularmente la Regla Byrd, podrían bloquear su inclusión en el proyecto de ley final. Incluso algunos senadores que apoyan un marco nacional para la IA no están seguros de que esta preeminencia tan amplia sobreviva al proceso legislativo.
Mientras tanto, el debate resalta una cuestión más amplia: ¿Quién debería liderar la política de IA—los estados, con su capacidad para actuar rápidamente y localmente, o el gobierno federal, con su poder para establecer estándares a nivel nacional?
Conclusiones prácticas
- Manténgase informado: El panorama de la regulación de la IA está cambiando rápidamente. Empresas e individuos deben estar atentos a los desarrollos federales y estatales.
- Involúcrese con los legisladores: Si tiene preocupaciones o ideas sobre el impacto de la IA, comuníquese con sus representantes. La participación pública puede influir en la dirección de futuras leyes.
- Prepárese para el cumplimiento: Independientemente del resultado, las organizaciones deberían comenzar a evaluar sus sistemas de IA en cuanto a riesgos éticos y transparencia, ya que la regulación—federal o estatal—probablemente está en el horizonte.
Resumen: Puntos clave
- La Cámara ha propuesto una prohibición de 10 años sobre la regulación estatal y local de la IA, buscando un enfoque federal unificado.
- Los líderes tecnológicos apoyan la medida, citando la necesidad de consistencia y competitividad global.
- Funcionarios estatales y fiscales generales advierten que podría limitar su capacidad para proteger a los ciudadanos de daños relacionados con la IA.
- La disposición enfrenta obstáculos significativos en el Senado y podría no convertirse en ley.
- El debate subraya la lucha continua sobre quién debe establecer las reglas para la IA en Estados Unidos.